El poder de la metanfetamina: Comprender su naturaleza adictiva

Revisión clínica
Un retrato formal del director clínico de The Haven Detox, el Dr. Ignatov

Dr. Rostislav Ignatov, Doctor en Medicina (MD)

Director Médico - Médico

El consumo de metanfetamina a lo largo del tiempo: breve historia

La metanfetamina, o metanfetamina cristalina, tiene una historia marcada por sus diversos usos, tanto legales como ilícitos. Sintetizada por primera vez en Japón en 1919, la metanfetamina se desarrolló inicialmente con fines médicos, como descongestionante nasal y estimulante del estado de alerta. Durante la Segunda Guerra Mundial, se utilizó para mantener a los soldados despiertos y alerta.

A mediados del siglo XX, la metanfetamina ganó popularidad en el tratamiento de diversas afecciones, como la pérdida de peso y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Sin embargo, al hacerse evidente su potencial adictivo, su estatus legal cambió y se clasificó como sustancia controlada de la Lista II.

El consumo ilícito de metanfetamina aumentó en las décadas de 1960 y 1970, lo que llevó al Gobierno a tomar medidas enérgicas contra su producción. En los años 90 se produjo un resurgimiento de la metanfetamina, sobre todo en las zonas rurales de Estados Unidos, a medida que se hacía más fácil fabricarla.

Hoy en día, la metanfetamina sigue siendo un problema importante en Estados Unidos, que contribuye a la adicción y a diversos problemas sociales. Su historia refleja la compleja relación entre el uso médico legítimo, el abuso recreativo y los esfuerzos por controlar su producción y distribución.

Según US Addiction Facts and Statistics, las muertes por psicoestimulantes -principalmente metanfetamina- han aumentado en los últimos años, con aproximadamente 34.022 muertes por sobredosis registradas en 2022. Este aumento se ha debido en gran medida a la mayor disponibilidad de metanfetamina barata, a menudo mezclada con fentanilo, lo que agrava los peligros de su consumo ilícito.

La ciencia tras la adicción a la metanfetamina

La metanfetamina es un potente estimulante que afecta profundamente al cerebro, lo que conlleva un mayor riesgo de adicción. Comprender la ciencia que subyace a la adicción a la metanfetamina puede arrojar luz sobre su influencia en las personas. Aquí exploraremos cómo afecta la metanfetamina al cerebro y el papel de la dopamina en la dependencia de la metanfetamina.

Cómo afecta la metanfetamina al cerebro

La metanfetamina entra en el torrente sanguíneo y atraviesa rápidamente la barrera hematoencefálica. Una vez en el cerebro, provoca un aumento de la liberación de dopamina, lo que conduce a intensas sensaciones de placer, estado de alerta y aumento de la energía.

Con el tiempo, el consumo prolongado de metanfetamina provoca graves daños en las neuronas cerebrales productoras de dopamina, lo que dificulta que el cerebro experimente placer y recompensa de forma natural. Esto conduce a un círculo vicioso en el que las personas ansían más metanfetamina para sentirse bien, lo que en última instancia refuerza la adicción.

Papel de la dopamina en la adicción a la metanfetamina

La dopamina desempeña un papel fundamental en la adicción a la metanfetamina. La droga secuestra el sistema de recompensa del cerebro, por lo que a los consumidores de metanfetamina les resulta difícil resistirse a su poderoso atractivo. Cuando una persona sigue consumiendo metanfetamina durante un periodo prolongado, necesita dosis más altas para conseguir los mismos efectos placenteros.

Esto se debe a que el cerebro se adapta a la liberación excesiva de dopamina, reduciendo su sensibilidad y provocando tolerancia. Las ansias de metanfetamina se intensifican, y las personas se encuentran a menudo atrapadas en un ciclo de adicción, ya que sus cerebros se han reconfigurado para dar prioridad a la búsqueda de la euforia inducida por la metanfetamina.

Puntos Clave

La metanfetamina es altamente adictiva, y comprender su potencial adictivo es importante para abordar el problema. Esto es lo que hay que saber sobre esta droga:

  • La historia de la metanfetamina es compleja: se originó en Japón y adquirió notoriedad en Estados Unidos en los años sesenta.
  • El consumo de metanfetamina altera los niveles de dopamina en el cerebro, provocando un ansia intensa y dependencia de la droga.
  • La adicción a la metanfetamina se deriva de la tolerancia, la dependencia y el ciclo de abstinencia y recaída.
  • Los tratamientos más eficaces incluyen desintoxicación, terapia, asesoramiento y tratamiento asistido con medicación.

 

La metanfetamina secuestra el sistema de recompensa del cerebro, lo que dificulta a los consumidores de metanfetamina resistirse a sus efectos adictivos.

 

Por qué es difícil liberarse

La naturaleza adictiva de la metanfetamina reside en la compleja red de tolerancia, dependencia, síntomas de abstinencia y recaída que atrapa a quienes la consumen, convirtiéndola en una de las sustancias más difíciles de dejar.

 

La trampa de la tolerancia y la dependencia

Al principio, las personas experimentan un intenso subidón de euforia, pero con el consumo crónico continuado de metanfetamina, el cuerpo se vuelve tolerante a los efectos de la droga. Esto significa que, con el tiempo, se necesitan dosis mayores para conseguir el mismo subidón.

 

Ciclo de abstinencia y recaída

Cuando una persona adicta a la metanfetamina intenta dejar de consumir la droga, experimenta fuertes síntomas de abstinencia como fatiga, depresión, intensos antojos y, en algunos casos, paranoia.
 

La curación de las garras de la metanfetamina: Opciones de tratamiento

 

Desintoxicación y tratamiento de la abstinencia

El primer paso en el tratamiento de la adicción a la metanfetamina suele ser la desintoxicación, durante la cual el cuerpo se libera de la metanfetamina y sus subproductos. Esta fase puede ser difícil, ya que las personas suelen experimentar síntomas graves de abstinencia de metanfetamina, como ansiedad, depresión y fatiga.

La supervisión y el apoyo médicos son cruciales durante la desintoxicación para garantizar la seguridad y controlar eficazmente estos síntomas. El proceso puede durar varios días o semanas, dependiendo del historial de consumo de metanfetamina de cada persona.

 

Terapia y asesoramiento

Cambios físicos y emocionales

Al segundo día de desintoxicación de metanfetamina, puede que notes síntomas más pronunciados, como cambios de humor o ansiedad. Estos cambios forman parte del proceso de desintoxicación, ya que tu cuerpo sigue adaptándose. Es importante reconocer estos sentimientos y recordar que pasarán.

Mantenerse hidratado

La hidratación es vital para controlar los síntomas de la desintoxicación de las metanfetaminas. Bebe agua a lo largo del día para reducir los dolores de cabeza y la fatiga. Las infusiones también pueden ser calmantes y ayudan a relajarse. Evita la cafeína y las bebidas alcohólicas, ya que pueden empeorar la deshidratación y los síntomas de abstinencia.

Cómo afrontar los antojos

La ansiedad por las metanfetaminas puede ser fuerte en el segundo día de desintoxicación. Distráete con pasatiempos o llama a un amigo que te apoye para hablar. Los ejercicios de respiración profunda y la meditación de atención plena pueden ayudar a controlar las ganas de beber. Recuerda que los antojos son temporales y disminuirán con el tiempo.

 

Tratamiento asistido con medicación (MAT, por sus siglas en inglés)

En algunos casos, el tratamiento asistido con medicación (MAT) puede ser un valioso complemento al proceso de recuperación. Aunque no hay medicamentos aprobados por la FDA específicamente para tratar la adicción a la metanfetamina, pueden recetarse medicamentos para tratar enfermedades mentales concurrentes o para tratar síntomas específicos. Además, se está investigando el desarrollo de medicamentos específicos para la adicción a la metanfetamina.

El tratamiento eficaz del trastorno por consumo de metanfetamina suele implicar una combinación de estos enfoques adaptados a las necesidades de cada persona. Con un plan de tratamiento integral y apoyo continuo, la recuperación de la adicción a la metanfetamina es posible.

Preguntas frecuentes

El camino hacia la recuperación puede plantear muchas preguntas. A continuación encontrarás algunas de las preguntas más frecuentes sobre nuestros servicios. Si necesitas más información o tienes más preguntas, sólo llámanos.

 

¿Con qué frecuencia hay que consumir metanfetamina para volverse adicto?

La adicción a la metanfetamina puede desarrollarse rápidamente, a menudo tras consumirla sólo unas pocas veces. La frecuencia o cantidad exactas varían de una persona a otra, pero la naturaleza altamente adictiva de la metanfetamina puede provocar dependencia y ansia tras un breve periodo de consumo.

 

¿Por qué es tan difícil dejar la adicción a la metanfetamina?

La adicción a la metanfetamina es difícil de superar porque altera la química del cerebro, provocando intensos antojos y agitación emocional. Los síntomas de abstinencia pueden ser graves, lo que dificulta el abandono. El ciclo de abuso de sustancias a menudo conduce a la recaída, haciendo de la recuperación un proceso complejo y exigente.

 

¿Cuál es la magnitud del problema de la adicción a la metanfetamina?

La adicción a la metanfetamina es un problema importante en Estados Unidos. Afecta a individuos, familias y comunidades, contribuyendo a la delincuencia, a graves problemas de salud y a retos sociales. Su impacto generalizado subraya la urgente necesidad de esfuerzos de prevención y tratamiento.

Actualizado
12 de noviembre de 2025

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